Los relatos de sobre los niños que pasan hambre y terminan en la cale aparecen una y otra vez en los relatos de las comunidades.
“Yo no tengo pequeños, pero yo soy maestra y veo la situación, y en mi comunidad hay muchos niños pequeños que tú ves y dices: ¡oye!, ¡naguará!, está mucho en la calle. Porque como sus mamás o sus papás están fuera del país, ellos andan como solitos, no tienen quien los cuide, o con una abuelita que está enferma y no tienen quien los vigile y están afuera jugando; porque no tienen más nada que hacer. Entonces, lo triste no es acostumbrarlos, lo triste es que es la realidad de los niños que están creciendo.”
“Lo que sí ves son niños, niños hay bastante, niño pequeño, sí. Hay muchos que lo dejan, muchas mamá han dejado a sus hijos.”
“Bueno, en el sector La Encrucijada sí, bastante. Muchos niños desnutridos, y todo el tiempo andan descalzos y pidiendo comidita también.”
“Sí hay niños con hambre que los papás no trabajan, no tienen trabajo. Y sí hay, descalzos, desnudos, falta de alimentación. Hay muchos niños abandonados, muchos niños.”
“Hay bastante niño que ya los papás ya no hallan cómo sustentar sus comidas, y como hay poca fuente de trabajo, imagínese, o sea, hay niños que nos llegan a la casa, que le demos un paquetico de harina, un paquetico de arroz, que nos limpian el patio a cambio de poder sustentar en el hogar de cada uno. Es triste la situación.”
“Por aquí se la pasan descalzos, un shortcito, sin camisa, todos sucios, pidiendo comida… muchos se ven en la calle pidiendo, porque en verdad no tienen cómo darles de comer su familia.”